El presidente Barack Obama proyecta visitar hoy una prisión federal del estado de Oklahoma con el objetivo de impulsar su estrategia de reforma del sistema penal y reducir la abultada población carcelaria en Estados Unidos.
Con la estancia en el correccional de El Reno, cerca de Oklahoma City, Obama se convertirá en el primer mandatario estadounidense que visite una prisión federal durante su gestión.
Además de reunirse con funcionarios y reos, el mandatario tiene en la agenda conceder una entrevista para un documental que transmitirá el canal HBO sobre sobre las realidades del sistema de justicia criminal.
El portavoz del Ejecutivo, Josh Earnest, señaló que ello se enmarca dentro del plan de Obama para promover una reforma del sistema judicial y llamar la atención sobre las injusticias presentes en buena parte del sistema penal norteamericano.
Hace dos días, durante la Convención Anual de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, que sesionó en Filadelfia, el mandatario insistió en cambiarle el rostro al sistema penitenciario.
En este sentido, pidió reducir o eliminar las sentencias mínimas obligatorias por delitos de drogas no violentos, reconsiderar la incomunicación de los presos y reforzar los programas de capacitación laboral para quienes están tras las rejas.
Instó a los estados a restaurar los derechos de los reos para que puedan votar, así como deshacerse de las leyes que obligan a los empleadores a preguntar por los antecedentes penales en las solicitudes de trabajo, una práctica que, reconoció, afecta de manera desproporcionada a las minorías.
También exhortó al Capitolio a aprobar una ley de reforma de sentencias penales antes de fines de año.
Estados Unidos tiene la tasa más alta de encarcelamientos en el mundo, con más de 2,3 millones de personas en prisiones federales, estatales y locales; con algo más del cuatro por ciento de la población global, la nación norteña cuenta con un 25 por ciento de los presos del orbe.
Obama quiere que el Congreso lo autorice a ser más flexible en la concesión de medidas de gracia a presos que hayan cumplido ya diez meses de cárcel por un delito no violento.
Durante su intervención, el jefe de la Casa Blanca aseguró además haber pedido al departamento de Justicia iniciar un estudio con recomendaciones sobre las formas de mejorar las condiciones para los estadounidenses en régimen de aislamiento.
Como parte del nuevo enfoque de la administración en temas de justicia penal, la Casa Blanca también pone llama la atención sobre la necesidad de hacer frente a las desigualdades.
El lunes, Obama conmutó las sentencias de 46 prisioneros federales por cargos de drogas no violentos