En el condado de Haskell, una parada de tráfico se convirtió en una redada de drogas y la recuperación de un automóvil robado.
Al detener al conductor de un suburban blanco por ir demasiado rápido, los oficiales notaron un cigarro de marihuana en su oreja, entonces buscaron el el automóvil descubriendo articulos para fumar, así como metanfetamina y aparte de eso, Jody Pullen, el conductor, tenía una orden de arresto pendiente.
Con el, iban otras dos persona, una de ellas, llamada Wilene Carrell, quien al principio le dio un nombre falso al oficial y le dijo que “no debería tener que ir a la cárcel porque todo lo que estaba haciendo era drogarse y había estado drogada durante horas”.
Jody Pullen y las dos pasajeras, Misty Rowell y Wilene Carrell, fueron arrestados y se enfrentan a cargos relacionados con el auto robado y posesión de drogas.